De la misma manera, ustedes, los jóvenes, sométanse a los presbíteros. Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los humildes. Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno.
Al que maldice a su padre y a su madre se le apagará la lámpara en plena oscuridad.
Los sacerdotes no tocarán a un hombre muerto, para no incurrir en impureza, a no ser que se trate de padre o la madre, de un hijo o de una hija, o de un hermano o hermana que no haya tenido marido.
Tú conoces los mandamientos: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre».
Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor porque esto es lo justo, ya que el primer mandamiento que contiene una promesa es este: Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y tengas una larga vida en la tierra. Padres, no irriten a sus hijos; al contrario, edúquenlos, corrigiéndolos y aconsejándolos, según el espíritu del Señor.
En efecto, Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y: “El que maldice a su padre o a su madre, será condenado a muerte“.
Respetarán a su madre y a su padre, y observarán mis sábados. Yo soy el Señor, su Dios.
Pero Rut le respondió: «No insistas en que te abandone y me vuelva, porque yo iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea vieja.
Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte.
Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa; por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque yo –que no soy más que un oficial subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes– cuando digo a uno: “Ve”, él va; y a otro: “Ven”, él viene; y cuando digo a mi sirviente: “¡Tienes que hacer esto!”, él lo hace». Al oír estas palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguí, dijo: «Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe».
Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre».
Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no rechaces la enseñanza de tu madre, 9 porque son una diadema de gracia para tu cabeza y un collar para tu cuello.
Esa misma noche, los hermanos hicieron partir a Pablo y a Silas hacia Berea. En cuanto llegaron, se dirigieron a la sinagoga de los judíos. Como estos eran mejores que los de Tesalónica, acogieron la Palabra con sumo interés, y examinaban todos los días las Escrituras para verificar la exactitud de lo que oían.
El hijo honra a su padre y el servidor teme a su señor. Pero si yo soy Padre, ¿dónde está mi honor? si soy Señor, ¿dónde está mi temor?, les dice el Señor de los ejércitos, a ustedes, sacerdotes, que desprecian mi Nombre. Y ustedes dicen: «¿En qué hemos despreciado tu Nombre?».
A no ser que se trate de un paciente muy cercano: su madre, su padre, su hijo, su hija o su hermano;
Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor, tu Dios, te lo ha mandado, para que tengas una larga vida y seas feliz en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
Corrige a tu hijo mientras haya esperanza, pero no te arrebates hasta hacerlo morir.
Honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo».
La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el joven consentido avergüenza a su madre.
El que maldiga a su padre o a su madre será castigado con la muerte.
Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor.
El que golpee a su padre o a su madre será castigado con la muerte.
La sanguijuela tiene dos hijas: «¡Dame!» y «¡Dame!». Hay tres cosas insaciables y cuatro que nunca dicen: «¡Basta!».
Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
Levítico 20:9
Si alguien insulta a su padre o a su madre, será castigado con la muerte, él ha insultado a su padre y a su madre, y por eso su propia sangre caerá sobre él.
No reprendas a un anciano, sino exhórtalo como a un padre. Trata a los jóvenes como a hermanos.
El que no se ocupa de los suyos, sobre todo si conviven con él, ha renegado de su fe y es peor que un infiel.
Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, estos deben aprender primero a cumplir con sus deberes familiares y a ser agradecidos con sus padres, porque eso es lo que agrada a Dios.
Si un hombre tiene un hijo indócil y rebelde, que desobedece a su padre y a su madre, y no les hace caso cuando ellos lo reprenden, su padre y su madre lo presentarán ante los ancianos del lugar, en la puerta de la ciudad, y dirán a los ancianos: «Este hijo nuestro es indócil y rebelde; no quiere obedecernos, y es un libertino y un borracho». Entonces todos los habitantes de su ciudad lo matarán a pedradas. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes, y todo Israel, cuando se entere, sentirá temor.
¿Qué te han parecido estos Versículos para honrar a los Padres que aparecen en la biblia?. Los padres son la mayor bendición de la vida y debemos seguir agradecidos con ellos. ¿Tienes algún otro versículo bíblico para honrar a los Padres para aportar a la comunidad? Deja tu mensaje en los comentarios.